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Clase: Amphibia. Anfibios.

– Orden: Anura, anuros, ranas y sapos.

– Orden: Caudata, caudados o urodelos, salamandras y tritones.

– Orden: Gymnophiona, ápodos, célidos o cecilias.Los anfibios en los últimos años han sufrido un considerable incremento como mascotas. El poco espacio que requieren, las tareas de mantenimiento menos trabajosas que la de otras mascotas, así como la especialización de tiendas para la venta de todo tipo de accesorios y alimentación, sin duda ha contribuido a que muchas personas decidan tener este tipo de seres en casa.

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Se trata del habitáculo de tu rana, por lo que debe reproducir las condiciones naturales todo lo posible. No es necesario que sea demasiado grande, aunque ha de adaptarse a la especie en cuestión, no olvidemos que existen ranas terrestres y aquellas que se inclinan por hábitat acuáticos, estas últimas estarán mejor en un acuaterrario.

El terrario o acuaterrario deberá permanecer siempre cerrado para así conservar la temperatura y la humedad, dos factores que revisten importancia al tener una rana en casa, además muchas son saltadoras, por lo que evitará que se pueda extraviar. La forma del terrario puede ser más alto que ancho o a la inversa, una vez más, en función de las costumbres del anuro, los arborícolas tienden a las alturas, por lo que más alto que ancho es mejor; otros, en cambio, precisan caminar más, en este caso se adaptaría mejor en una urna alargada y no muy alta.

Sustrato:

Es conveniente comprarlo en una tienda para mascotas, ya que viene con los componentes necesarios para el confort y salud de tu rana. Este debe contar al menos con tres centímetros de espesor. Existen varios preparados en el mercado: tierra especial, musgo, fibra de coco… Regularmente debe pulverizarse para que retenga humedad, también cada cierto tiempo habrá que renovar y retirar el que ya se conserva en mal estado, una medida de higiene que previene muchas enfermedades a la propia rana. Tener una rana en casa, supone cierta responsabilidad con sus cuidados, es un anfibio, que requiere de bastante humedad, por esa razón nuestra mascota necesitará de un espacio para darse un baño y mantener su piel en óptimas condiciones. Para las arborícolas o terrestres no es necesario que el recipiente con agua tenga profundidad.

Temperatura:

La temperatura está en función con la especie en cuestión, al igual que la humedad, por esa razón es importante conocer la especie según sus costumbres en estado salvaje. Para las que viven en climas cálidos, durante el día, la temperatura dentro del terrario deberá estar comprendida dentro de los 24ºC y los 27ºC, mientras que en la noche la temperatura mínima es de 20ºC. Existen en el mercado multitud de accesorios sofisticados útiles para regular la temperatura y poder mantener la humedad que requiere la rana.

Plantas y musgo:

Las plantas artificiales son una buena elección, ya que no requieren cuidados especiales y perduran más en el tiempo que las naturales, además de que su función principal va a ser proporcionar refugio o ayudar a trepar, también su propósito es de tipo ornamental. Las arborícolas prefieren vegetales naturales, es importante conocer sus preferencias y tener un poco de experiencia en el cuidado de los mismos. En el caso del musgo, del que ya hemos hablado con anterioridad, deberá ser comercial, recolectarlo de la naturaleza no es aconsejable por la posibilidad de que presente parásitos u otras afecciones perjudiciales para la rana. Su cometido es ayudar a conservar la humedad y hacer que tener una rana en casa no implique al animal vivir en un ambiente demasiado diferente del que encontraría en la naturaleza misma.

Alimentación:

El alimento del que proveamos a nuestra rana va a depender de la especie, generalmente se alimentan de invertebrados, aunque las más voraces pueden llegar a alimentarse de ratones muy pequeños y hasta de otros anfibios. En las propias tiendas especializadas en reptiles y anfibios se puede adquirir alimentos vivos como grillos, gusanos, larvas y otros insectos, nos ayudará a la tarea de tenerlos siempre a nuestra disposición y no recolectarlos del medio. Los preparados vitamínicos especiales para ranas son también recomendables, especialmente para suplir las carencias nutritivas que pueden presentar llevando una vida en cautividad. Como último consejo para los que deseen tener una rana en casa, es su adquisición legal, bien a través de criaderos o en tiendas especializadas, no recolectarlos del medio salvaje, puesto que se pondría en declive la especie, además se adaptaría peor a una vida en cautividad. Llevar un control de heces a través de un veterinario especializado en exótico también es muy relevante, pues son proclive a tener ciertos parásitos internos. Finalmente, no olvidar exhaustivos controles de temperatura y humedad que habrá que adaptarlos al hábitat de la especie en cuestión.

El tritón básicamente se diferencia de la salamandra terrestre en que por lo general son ejemplares de menor tamaño y cuentan con una cola aplanada que le habilita para nadar, téngase en cuenta que estos anfibios pasan la mayor parte del tiempo en el agua. Existen numerosas especies, incluso algunos pueden alcanzar grandes proporciones. Los utilizados con fines de animal de compañía son ejemplares pequeños, se pueden adquirir en tiendas especializadas de animales. Los criados en cautividad son los recomendados, ya que se adaptan al entorno doméstico con mayor facilidad.

Alojamiento del tritón

El alojamiento ideal para los tritones acuáticos es el acuaterrario. Su mantenimiento no ofrece muchas complicaciones. Es importante un tratamiento adecuado del agua, debe permanecer limpia, declorada y libre de metales (el uso de acondicionadores de peces es aconsejable) los filtros son esenciales para la conservación del agua, también las bombas de aire o cabezas de poder son importantes en la medida que ayudan a mantenerla oxigenada. Los focos o lámparas para acuaterrarios también son importantes tanto para la emisión de UV como para la temperatura. los nebulizadores o pulverizadores ayudan con la humedad relativa del ambiente. Las plantas naturales acuáticas y terrestres son esenciales para su refugio. Los tritones hibernan durante los meses fríos, por esa razón es necesario que durante cierto tiempo del año, por ejemplo uno o dos meses, la temperatura del acuaterrario alcance entre 3 ó 4 grados, de esa manera propiciamos el letargo del anfibio tal y como lo hacen en hábitat natural. La zona terrestre puede revestirse de musgo, planchas de corcho natural, hojas de árboles… La grava se puede utilizar como sustrato para el agua.

Reproducción del tritón

Si se mantienen en óptimas condiciones y con una alimentación equilibrada pueden llegar a reproducirse, normalmente depositan los huevos en hojas que emergen del agua, con la finalidad de que, tras la eclosión de los huevos, las larvas puedan acceder sin dificultad al agua. Son maduros sexualmente a partir de año, el periodo de incubación de los huevos es de aproximadamente dos semanas.

Alimentación

La alimentación será a base de pequeños crustáceos, moscas del agua, larvas, en el mercado podemos encontrar tanto alimento vivo como congelado. Admiten en muy pequeñas proporciones pescado.

Si hemos decidido adoptar este tipo de anfibio debemos saber con antelación el tipo de costumbre que requiere la especie en cuestión, de lo contrario será difícil recrear el hábitat que más se aproxime a su medio natural, al mismo tiempo, es importante asesorarnos sobre la tenencia lícita que supone tener estos animales, téngase en cuenta que muchas especies están catalogadas en peligro de extinción y su adquisición puede acarrearnos importantes sanciones de tipo administrativo, dado su alto grado de protección especial; al mismo tiempo que no deja de ser una amenaza para la biodiversidad, en cuanto al riesgo de extinción que supone la adquisición ilegal de muchos ejemplares.

Alojamiento de la salamandra:

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El terrario fabricado en urna de cristal es el accesorio más indicado para las salamandras terrestres, precisamente por su fácil limpieza y las buenas medidas de seguridad en cuanto impide que el anfibio se pueda escapar, sobre todos aquellos que incorporan puertas o tapas para tal finalidad. En el interior del terrario incorporaremos sustrato humedecido de fibra de coco o musgo; las plantas o ramas de árboles son aconsejables, ya que ayudan a mantener la humedad. Los refugios realizados con pequeñas piedras, maderas… son también importantes, pues este tipo de anfibio, en su medio natural, permanece refugiado en cavidades o galerías subterráneas, debajo de tronco de árboles, piedras, etc. La salamandra terrestre requiere una temperatura entre 8 y 15 grados, con lo que en muchos casos no es necesario incorporar calentadores en el interior del terrario, aunque es muy aconsejable un sistema de lluvia programada para el mantenimiento de la humedad; las luces fluorescentes serán también necesarias si hemos decidido insertar plantas naturales.

Alimentación de la salamandra terrestre:

Son animales insectívoros, el alimento vivo es el más aconsejable, podemos suministrar a las salamandras: crías de grillos, lombrices, gusanos, pequeñas hormigas… Las vitaminas y calcio son esenciales para complementar su dieta alimenticia. En el terrario pondremos a su disposición un recipiente con agua, que renovaremos diariamente para que se mantengan limpia y fresca.

Reproducción:

Para una óptima reproducción de la salamandra terrestre es necesario mantener buenos niveles de humedad en el terrario, de esa manera conseguimos mayor actividad en el caudado y favorecemos su ciclo reproductivo. Es necesario destacar que existen ejemplares vivíparos, aunque lo más frecuente es encontrar caudados con reproducción ovovivípara. En cautividad no es complicado la cría de este tipo de anfibios. Los más importante es disponer en el terrario de una pequeña charca para que la madre deposite las larvas acuáticas, suelen parir entre 30 a 50 larvas de media. Alimento especial, vivo o balanceado, para cría de peces y de fácil adquisición en tiendas de animales, ayuda a la alimentación de las pequeñas larvas y a su ulterior desarrollo, hasta que puedan abandonar el medio acuático y concluyan con la correspondiente metamorfosis. En hábitats húmedos, pero con poca afluencia de agua, la reproducción de urodelos suele ser vivípara, en estos casos las crías ya nacen metamorfoseadas.

Esta salamandra se ha popularizado como animal doméstico o mascota. Es necesario contar con un acuario para su alojamiento, deberá estar provisto de un sistema de filtrado para la limpieza del agua, además es necesario un calentador para que la temperatura del agua ronde sobre los 17 o 18 ºC, el pH ha de ser neutro y el gH no superior a 9. La temperatura puede bajar a los 10 ºC para facilitar su hibernación por el transcurso de unas tres semanas.
Su color es grisáceo oscuro, también existen ejemplares albinos con coloración blanquecina. Poseen branquias fácilmente apreciables, ya sobresalen de su cuerpo. Existe dimorfismo sexual, las hembras son más redondeadas y su cloaca es bastante más pequeña que la de los machos. Miden sobre los 12 o 20 cm, aunque hay ejemplares que pueden superar las anteriores medidas. Al tratarse de anfibios acuáticos en su totalidad, conservan su estado larvario en los ejemplares adultos, no se produce la metamorfosis al menos en su medio natural.
Son animales solitarios, con lo que no es recomendable que permanezca con otras especies acuáticas; si decidimos adoptar más de un ajolote, el acuario ha de contar con buenas dimensiones para su albergue. Podemos introducir grava y algunas plantas acuáticas para recrear el medio natural.

Alimentacion:

El alimento vivo es la mejor opción, podemos disponer fácilmente de presas vivas en tiendas especializadas en anfibios o reptiles, también se le puede suministrar pequeños trozos de carne de vacuno y pescado. La alimentación ha de suministrarse una o dos veces por semana.

Reproducción:

Los machos depositan un espermatóforo en la cloaca de las hembras para facilitar la fertilidad de los huevos, la puesta ser realiza en el agua, normalmente el número es variable, entre 100 a 300 huevos, la eclosión se produce entorno a los diez o doce días. Son independientes desde el momento del nacimiento y la madurez sexual la alcanzan en el transcurso de su primer año de vida.

Imagenes de Anfibios.